Sesión 13 - 13/03/2025
El inicio de la clase ha sido cuanto más peculiar, pues, para "espabilarnos", hemos salido fuera del aula para jugar al juego del "Escondite Inglés". Ello, como una demostración de la visión sociológica más manipulativa, donde se ve a las personas como objetos, comparando a quien propone/dirige el juego con los dirigentes, así como el análogo de las reglas del juego con las leyes sociales, existiendo sanciones para quien las incumples, así como quienes se revelan contra el orden establecido, del mismo modo en que los niños que no quieren jugar a "x" juego, se enfadan y tratan de hacer que se cambie a otro juego.
Todo lo anterior, formaría parte de la mirada macrosociológica, siendo esta mirada aquella que contempla una serie de corrientes estructurales (globalización, economía, desarrollo tecnológico) que nos empujan, de forma inconsciente a comportarnos de cierta manera, haciendo que casi pareciésemos objetos, al igual que la piedra que, sin querer, se ve erosionada por la lluvia, o en caída por la gravedad.
Por otra parte, estaría la microsociología, como aquella perspectiva que se centra más en los individuos y la interacción entre estos, de forma que se forjen así las identidades, tanto como individuos como sociedades. Todo ello, se da mediante procesos sociales, que a través de una puesta en común llega a convertirse en institución.
Esta última rama nos sirvió para adentrarnos en cómo se constituye la realidad del individuo, tanto para él mismo como a nivel social, conformándose así por un profundo "iceberg" donde los hechos manifiestes que observamos en una persona, lejos de ser eventos aislados, derivan de una red de causalidad cuyo origen, por más años que hayan pasado puede, incluso, llega a radicar en la más temprana infancia. Al menos a mí, esto me recuerda a que, realmente, no estamos en la posición de juzgar a nadie, al no ser conscientes del propósito real del que vienen y hacia el que van las acciones del prójimo.
Al final, todo ello sirvió para una práctica por grupos en la que, mediante una pequeña serie de tres preguntas, debíamos hacer un análisis de nuestra aspiración a la docencia, comparando nuestra motivación inicial, nuestra perspectiva presente y nuestra especulación futura hacia nuestra carrera profesional. En lo personal, sí que es cierto que mi motivación inicial era mucho mayor que la que tengo en este momento, pero induzco que el año que viene, con las prácticas, al comenzar a verme realizado en una labor más efectiva que especulativa y, al fin y al cabo, lo importante es que mi propósito inicial sigue siendo el mismo: contribuir a la creación de un mundo más consciente y manifestarme, en mi papel docente, como una fuente de inspiración más que de información, "porque sólo personas inspiradas pueden cambiar el mundo".
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